El 31 de enero de 2017, la Resonancia Schumann trepó a
una frecuencia de 36+.
Esta misma Resonancia Schumann había pasado en 2014 de
su acostumbrada frecuencia de 7,83 a niveles “anómalos“
entre 15 y 25.
La Madre Tierra misma está elevando sus vibraciones en vista
del cambio de paradigma.
Las Frecuencias Schumann son el “sonido“ de la tierra, algo
así como el retumbar de un gran tambor. El “tambor“ sería
aquí la cavidad resonante de la Tierra.
Y la Tierra también está cambiando. Y además, ¡acelerando
su ritmo!
Desde ya hace mucho tiempo, se presume que la consciencia
humana puede impactar el campo magnético de la Tierra, al
extremo de crear trastornos en momentos de gran ansiedad,
tensión y arrebato emocional.
Los humanos disponemos de potenciales que no conocemos,
ni comprendemos. Dones creativos, intuiciones, talentos
impredecibles o emergentes que podrían estabilizarse en las
generaciones venideras.
Todo está acelerando. La intensidad de las frecuencias podría
tener que ver con esto.
Durante años, la Resonancia Schumann se mantuvo en 7,83
Hz, con mínimas variaciones.
Pero en junio de 2014, hubo un cambio. En Rusia, los
monitores del Sistema de Observación del Espacio indicaron
un súbito ascenso a 8,5 Hz. Hubo días cuando la resonancia
aceleró a 16,5 Hz.
Al principio, fue atribuido a un mal funcionamiento del equipo.
Pero no, la información era exacta.
Visto que la frecuencia Schumann obra en consonancia con
las ondas cerebrales alpha y theta, eso explicaría por qué
muchas veces sentimos como si el tiempo se acelerara y los
cambios y sucesos en nuestras vidas fueran cada vez más
rápidos.
Y sí, es verdad
Una frecuencia de 7,83 Hz es un estado alpha/theta --
distendido, pero ensimismado, como si estuviéramos a la
espera de algo.
Una frecuencia de 8,5-16,5 Hz ha pasado de theta a un estado
alpha más calmo. Aparecen frecuencias beta. Nuestras
facultades cognitivas despiertan lentamente.
La frecuencia de 12-15 Hz es un estado ideal de “calma
despierta“ que nos permite pensar con más claridad y enfoque.
La Madre Tierra está cambiando su frecuencia vibracional y
quizás también nosotros. Una de las tantas señales de que
estamos DESPERTANDO.
El campo magnético de la Tierra viene debilitándose desde
hace 2000 años. Que este fenómeno se haya acentuado los
últimos años tiene su importancia, porque el campo magnético
de la Tierra puede afectar a la Resonancia Schumann. Esto
significa que la consciencia de la humanidad está ascendiendo
hacia la Verdad, que el velo que nos impedía ver esto se está
esfumando.
Como sea, esta creciente aceleración podría hacernos sentir
más cansados, aun exhaustos, incluso mareados, deprimidos
o “raros“, en la medida en que nuestras frecuencias
aumentan para estar más en armonía con la Nueva Tierra.
Un despertar en parte penoso, pero un despertar al fin.