Relatos
históricos y autores de ficción nos hablan del misterio del eclipse
solar total. Dicen que los eclipses cambian nuestras vidas y que
además son sorprendentemente hermosos y aun místicos. Pero...
Para
un astrónomo, un eclipse es un simple producto de la Geometría.
Veamos...
La
Luna se sitúa entre la Tierra y el Sol, de modo que su sombra cae
sobre la tierra. Debido a una coincidencia de tamaño y ubicación
relativa, el tamaño aparente de la Luna (en realidad 400 veces más
pequeña y 400 veces más cerca de la Tierra que el Sol) coincide
exactamente con el tamaño aparente del sol en el cielo, por lo que
puede bloquear completamente la luz solar.
El
Sol suministra la energía vital necesaria para calentar la
Tierra, cultivar e iluminar nuestras vidas. En la antigüedad,
antes que los astrónomos griegos descubrieran que todo es producto
de la geometría, la súbita desaparición del Sol debió haber
sido aterradora. Entonces era natural vincular un eclipse a algún
evento, como ser, un cambio político o cualquier tipo de error que
nos hiciera sentir culpables.
Para
un observador en la Tierra, llama la atención que los tamaños de la
Luna y el Sol sean más o menos iguales. La relación entre el radio
de la Luna (1.738 km) y su distancia a la Tierra (384.401 km) --lo
que los astrónomos llaman su tamaño angular-- es aprox. un cuarto
de grado (360 grados que constituyen un círculo completo
alrededor del cielo).
El
tamaño angular del Sol, es decir, su radio (696.342 km), dividido
por su distancia (149.597.471 km), es más o menos el mismo (0,0045
grados para la Luna y 0,0046 grados para el Sol).
Los tamaños
angulares dependen del tamaño de la Luna y del Sol, de la distancia
entre la Luna y la Tierra y de la distancia del Sol a la Tierra.
Dado
que la Tierra, la Luna y el Sol se formaron en distintos momentos y
de distintas formas, es llamativo que terminaran con una relación
geométrica tan similar. Esto, quién lo duda, es todo un señor misterio...
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