Sonntag, 28. April 2019

SOÑAR CON DIOS

Todos soñamos 1-2 horas por noche. Y puede suceder que Dios nos hable en sueños. ¿Pero cómo saber si esto es verdad?

Pues, hay tres maneras de saberlo:

1. El sueño viene con una marca o seña sobrenatural: una información “de arriba”, del cielo, sobre algo que normalmente no sabemos o algo referente a un tiempo futuro.

Jesús dijo que si oramos a Dios, ”Él te hablará de cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jeremías 33:3).

Dios quiere ayudarnos a reconocer su voz, ofreciéndonos signos sobrenaturales, pequeños indicios de que es Él realmente quien nos habla.

Respondió Jesús y les dijo: De cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis – San Juan 6:26).

En nuestros tiempos, la señal puede ser muy sencilla, por ejemplo, que el sacerdote o pastor predique el mismo mensaje que usted tuvo en sueños. O que durante el día le pasen cosas que son como un eco de lo que usted ha visto en sueños. Quizá lo llama un amigo y le repita el mismo mensaje. O usted ve el mismo escenario en el transcurso del día.

2. Es parte de una conversación

El sueño es una de las formas de Dios para hablarnos, pero no la única. Es parte del diálogo que Dios mantiene con cada uno de nosotros.

Si usted ha tenido un sueño y cree que es de Dios, hágase esta pregunta: ¿De qué me ha hablado Dios últimamente? ¿De qué he hablado yo en mis oraciones?

3. Contiene divina sabiduría

Entre la multitud de sueños, suele haber uno que sobresale nítidamente. Es la respuesta a una pregunta que usted le ha hecho o que le permite encarar con calma una situación en su vida. Es algo que suena parecido a todo lo que Dios le ha estado diciendo, algo que realmente Dios le diría.

En última instancia, se trata de captar la voz de Dios en la noche, así como captamos su voz durante el día. En este diálogo, reconocemos su voz en la Biblia, en un sermón o bajo la forma de una voz pequeña y calma, de una impresión o a través de un sueño.

Soñar con Dios puede indicar nuestro deseo de acabar con la presión y el estrés que a diario soportamos. Queremos que la responsabilidad y la carga emocional que eso significa sea asumida por alguien capaz de soportar una presión así.

A veces, aceptar que la situación que atravesamos es excesiva nos permite encarar la incertidumbre que el futuro encierra para nosotros.

El sueño de Dios” también puede ser una muestra de benevolencia y misericordia de un Dios dispuesto a sacrificarse a sí mismo para que la humanidad viva mejor.

Soñar con Dios puede indicar que usted posee esas mismas cualidades de misericordia y sacrificio o que, por el contrario, carece de esas cualidades. Quizá le convendría trabajar como voluntario o bien ayudar a un miembro de su familia en dificultades.

Soñar con Dios puede indicar que le preocupa lo que otros puedan pensar sobre lo que usted decide. Quizá tomó en el pasado decisiones de las que ahora está arrepentido.

Ver a Dios en sueños también puede significar que usted no necesita sentirse culpable. Pida perdón a Dios para así eliminar de su inconsciente toda la carga que está soportando.

Ver a Dios en sueños puede indicar que, igual que Dios es el creador de los cielos y de la tierra, también nosotros llevamos en nosotros este don de creación y el don de traer vida a este mundo.

Soñar con Dios puede ser reflejo de nuestras creencias religiosas y las emociones que sentimos con respecto a Dios.

Ver a Jesús en sueños puede ser una advertencia de que otra persona nos está controlando.

Aun agobiados por la carga que llevamos sobre hombros, lo cierto es que un gran poder vela por nosotros. Su misión es cuidar de nosotros y ayudarnos en nuestro camino por la vida.

Ver a Dios en sueños puede significar que usted anda perdido en este mundo y debe reencontrarse consigo mismo. Quizá tomó decisiones que ahora lamenta o quizá sólo ha pensado en ganar dinero, descuidando a su familia. Descubra las prioridades en su vida.

El sueño de Dios podría significar... “¿qué son para mí espiritualidad y religión?” O bien puede indicar que usted es un perfeccionista. O que ansía algo fuera de su alcance. ¿Acaso se ha propuesto metas inalcanzables?

Quizá necesite cambiar su manera de ver. Por ejemplo, verse a sí mismo rezándole a Dios significa que usted lamenta todo lo negativo en su vida.

Dios hablándole puede simbolizar su remordimiento. Pero, ¿por qué siente remordimiento?

Soñar que Dios tiene ojos azules es señal de que Dios es su guía espiritual.

Ver en sueños a Dios orando o diciendo su nombre o el nombre de alguien próximo a usted puede ser un aviso: ¿Está todo en orden en mi vida? Quizá sea el momento de hacer un control médico. También puede ser una señal de enfermedad.

Ver que Dios lo observa desde una distancia sin ir a su encuentro puede ser un aviso: ten cuidado.

Guárdese de hacer algo incorrecto, hay quienes esperan que lo haga.

Guárdese también de una persona próxima a usted que lo está manipulando en su propio beneficio.

Si Dios señala a alguien, vea a quién o a qué señala.

Si es algo oscuro, podría tratarse de mala suerte.

Si es claro y luminoso como el sol. podrían ser buenas nuevas.

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