Galileo:
“Las matemáticas son el lenguaje con el que Dios ha escrito el
universo”.
Platón:
“Dios geometriza siempre”.
Por lo tanto...
¿Es
Dios un matemático?
Sí,
claro, Dios es un matemático o, mejor aún, un
“Super-Físico”.
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Fue
en el siglo 17 cuando Isaac Newton formuló una las preguntas más
gravitantes de la historia humana:
¿Cuando
cae una manzana, cae también la luna?
Para
Newton, la respuesta era sí: La luna cae debido a la ley del
cuadrado de la inversa. Y lo mismo ocurre con la manzana. Pero...
A
Newton le faltaba la matemática capaz de resolver el misterio de la
luna que cae. ¿Y qué hizo entonces? ¡Inventó el cálculo!
Y
fue así, gracias al Cálculo, que Newton resolvió el misterio de la
luna que cae (hasta hoy se usa el cálculo en las escuelas para
calcular el movimiento de los cuerpos que caen). Y esto trajo como
resultado la Mecánica Celeste.
La
matemática y la Física nacieron virtualmente unidas.
Hasta
que Einstein formula otra clase de pregunta: ¿Cuál es el origen y
la naturaleza de la Gravedad?
Recordemos
que para Einstein, la Gravedad deriva del Espacio Curvo.
¿Por
qué estoy sentado en la silla? Estoy sentado en la silla porque la
fuerza de gravedad me empuja hacia abajo, hacia la silla. ¿Sí?
¡NO!
contesta Einstein, es que la tierra ha curvado el espacio sobre mi
cabeza y alrededor de mi cuerpo. ¡Es el espacio el que me está
sentando en la silla!
Según
Einstein, el espacio empuja. Por eso, la estructura del
espacio-tiempo necesita del cálculo diferencial, que es el lenguaje
de las superficies curvas. Y así, nuevamente tenemos una situación
donde matemática y física obran de común acuerdo. Pero con la
diferencia de que esta vez la matemática vino primero, igual que la
teoría de las superficies curvas.
¿Y
qué es lo que hizo nuevamente Einstein? Pues, tomó la teoría de
las superficies curvas y la combinó con la Física.
¡Uf!
¡Qué embrollo! Pero todavía no hemos terminado. ¿O no ven
esperando en la puerta a la Teoría de Cuerdas?
Resulta
que hace 100 años, Matemática y Física decidieron separarse, con
lo que los matemáticos terminaron siendo inútiles. ¿Inútiles?
Sí, inútiles. Les encanta ser inútiles, porque ser
inútil es el “rojo emblema del valor”. Y la cosa más inútil
del mundo es la teoría de la topología diferencial.
Seguramente
saben que la Teoría de cuerdas existe en el hiperespacio dimensional
10 y 11 y que estas dimensiones son super simétricas.
¿Sí?Pues ahora tenemos una nueva clase de números, la Teoría
de Supercuerdas.
¡Los
matemáticos están ra-bio-sos
viendo que la Física se postula como la nueva matemática!
Pero...
¿Saben
una cosa? En última instancia, todo es pura... matemática. Y Dios,
sí, Dios, podría ser un matemático. ¿Qué les parece?
Repito:
DIOS
PODRÍA SER UN MATEMÁTICO.
¿Y
la mente de Dios?
La
Mente de Dios es
MÚSICA
CÓSMICA,
LA
MÚSICA DE CUERDAS
QUE
RESUENA A TRAVÉS DEL
UNDÉCIMO
HIPER-ESPACIO.
¡Eso es la mente de
Dios!
Con
lo que Dios ha resultado ser...
¡Sí,
UN MÚSICO!
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